El pase de Moisés Hurtado al Olympiacos griego que entrena Ernesto Valverde es cuestión de horas, como ya han venido anunciando en los últimos días. En el Espanyol están a expensas de que el club griego concrete por escrito la oferta formal por el centrocampista, al que el Olympiacos. Al menos esa impresión transmitieron ayer los comentarios efectuados tanto por el presidente del Espanyol, Daniel Sánchez Llibre, como los del director deportivo perico, ramón Planes, que estuvieron en el estadio del Nàstic de Tarragona observando las evoluciones del Espanyol. Ambos remitieron a mañana lunes, día en el que seguramente se resolverá el asunto.
Pese al rosario de cambios que efectuó Mauricio Pochettino, no tiró de Moisés Hurtado, quese quedó viendo el amistoso ante el conjunto tarraconense desde el banquillo, lo que sin duda se interpretó como medida precautoria ante el riesgo de pudiera recibir un golpe y acabar lesionado.
Lo curioso del asunto es que en las últimas horas, desde las esferas del club blanquiazul se repiten los comentarios sobre la marcha de Moisés Hurtado, señalando al jugador como el más interesado en abandonar la disciplina blanquiazul. Nada más lejos de la realidad. El traspaso, como se supone que se acabará haciendo, interesa tanto al jugador como al Espanyol. A Moisés, porque ve que Pochettino le prepara una temporada con pocas opciones de jugar, y si acaso en defensa según le ha probado. Al Espanyol, porque con el dinero que ingrese podrá contratar al defensa central que tanto el técnico como la dirección deportiva andan esperando como agua de mayo para la próxima semana
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