El retorno a los entrenamientos tras el empate cosechado en San Mamés tuvo un mal sabor de boca. La jornada transcurría plácida. Como casi siempre. Pero hacia el final, cuando el grupo de futbolistas que fueron titulares ante el Athletic enfilaba el camino de los vestuarios, se rompió la calma. Kameni perdió los nervios por un momento y protagonizó un desagradable incidente del que se arrepintió de inmediato. De hecho, al salir de los vestuarios firmó autógrafos, se hizo fotos y atendió con la habitual paciencia y simpatía a todos los aficionados que le requirieron. Incluso se paró cuando llegó al grupo de jubilados que le increparon y se disculpó y abrazó con el que le había recriminado su negativa a renovar. No pudo hacerlo con el joven al que se encaró porque ya no estaba.El Consejo de Administración estudiará el caso y nadie descarta en estos momentos que se le abra un expediente al futbolista camerunés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario